La tradición de la castañera, común en España, celebra la llegada del otoño y se asocia especialmente con el Día de Todos los Santos. Durante esta festividad, es típico ver a las castañeras, mujeres vestidas con ropas tradicionales, vendiendo castañas asadas en puestos callejeros. Este rito simboliza la transición a la temporada fría y fomenta la reunión familiar, recordando la calidez del hogar en los meses de invierno. En Cataluña, la celebración se vincula a la popular fiesta de la Castanyada.
La Víspera de Todos los Santos, originada en el festival celta de Samhain, marcaba el fin de la cosecha y el inicio del invierno, cuando se creía que los espíritus podían cruzar al mundo de los vivos. Para protegerse, los celtas encendían hogueras y usaban disfraces para ahuyentar a estos espíritus.
El Día de Muertos, celebrado en México el 1 y 2 de noviembre, es una festividad que honra a los seres queridos fallecidos. En esta tradición ancestral, de origen prehispánico, las familias preparan altares decorados con fotografías, velas, flores de cempasúchil, calaveras de azúcar y alimentos favoritos de los difuntos, como ofrenda para recibir sus espíritus. La festividad mezcla elementos indígenas y católicos, reflejando una visión de la muerte como parte natural de la vida. También es común visitar cementerios para decorar las tumbas, crear un ambiente de recuerdos y alegría, donde la vida y la muerte se celebran juntas.